Copiar es fácil

Cuando descubro que alguien copia algo de lo que hago: mi forma de divulgar contenidos, mi forma de compartir imágenes, mis palabras, mis proyectos, mis ideas o de repente hace algo que nunca hizo antes, sólo porque me vio hacerlo… entonces respiro hondo, uno, dos, tres…

Al principio me hago cargo de la bronca, la dejo que transmute la impotencia de sentirse robada, usada o duplicada como una fotocopia.  Luego pienso, que quizá,  si mi trabajo, mi creatividad, mi originalidad y mi esfuerzo inspiran a otras personas; entonces que esas semillas sean prósperas en sus sembradíos.  Se pueden ‘copiar’ ideas, proyectos, estilos y palabras, pero no se puede duplicar la energía, la intención o la eficiencia con que cada persona hace una misma cosa; y menos aún, el resultado que se logra con el trabajo realizado.
Artista: Eva Lobatón

Confesión: más que el enojo por la copia o imitación, lo que más molesta es la decepción al descubrir que colegas en los que confiamos, nos siguen en las redes sólo para copiar nuestro trabajo.

En esta época de internet y redes sociales es muy fácil hacer ‘cut+paste’ (cortar y pegar); incluso en los talleres literarios me cuesta que los alumnos hagan una síntesis, sin pegar y copiar oraciones originales del autor.

Copiar es siempre ilegal

Aún las publicaciones con derecho a copia o difusión gratuita (no para fines comerciales), aclaran que se debe citar al autor de la obra o del artículo.



Consejos para copiar


  • Si copias algo de otra persona con su propio estilo y lo que copias en nada se parece a tus publicaciones anteriores, estás demostrando falta de personalidad además de falta de ética.  Las diferencias de estilo siempre se notan.
  • Si no tenés la capacidad o la creatividad para escribir tus propios textos sobre la actividad que realizás o sobre el producto que vendés; y te ves ‘forzado’ a copiar, no dejes de indicar la fuente: autor, blog, página, etc.
  • Si hacés una adaptación de un texto escrito por otra persona, debés aclarar “adaptado del texto de….”.
  • Todos somos seres únicos y es mucho más honesto personal y profesional que te muestres tal como sos, con errores, con debilidades y fortalezas.
  • Una buena opción, en lugar de copiar y pegar, es contratar a un profesional que haga el trabajo de difusión, redacción, producción de textos y siembra en las redes sociales.  Por supuesto que al contratar a ese profesional, debés incluirlo en los créditos de tu página o esa persona debe tener  derecho a incluir tu testimonio o referencia en su página web.


Aún no hay un detector de estilos o ideas robadas, pero sí hay formas de detectar si un texto ha sido copiado:

“Esto se puede averiguar de una manera sencilla: se toma una frase del texto, se copia y se pega en el buscador de Google, pero entre comillas. Esto hace que el sistema busque dicha frase exacta y literal en Internet. Si aparecen textos con esa frase exacta, podrá determinar el plagio.”



Aprender es un camino que requiere constancia, esfuerzo, dedicación, tenacidad y la osadía de avanzar más allá de nuestra zona de confort.  Las personas a las que servimos, atendemos  o a quienes ‘vendemos’ nuestro trabajo, reconocerán nuestra impronta, nuestro color y nuestra vibración en este universo.  

Todos somos ignorantes en alguno o muchos temas, no debe ser eso una vergüenza.  Al contrario, saber reconocer nuestra ignorancia y pedir ayuda es mucho más valioso y sabio que aparentar algo que no somos.

La osadía no está en imitar a otros, sino en descubrir nuestros propios talentos y renovar nuestras aptitudes.

Susana Lorenzo ©
Derechos Reservados
Abril de 2017

“Enseñar no debe parecerse a llenar una botella de agua, sino más bien a ayudar a crecer una flor a su manera.”Noam Chosmky


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