Campañas y Fanatismos: Hoy, Halloween


Hace tiempo que me sorprende la cantidad de pancartas, carteles, imágenes y comentarios que hay haciendo campaña en contra de algo, sobre todo en Facebook, donde es fácil, copiar y pegar o compartir con un clic.  Pero definitivamente, todos, están en contra de alguien o de algo. Me sorprende que mucha gente se fanatice y adhiera sin haber leído, sin haberse informado. 

En el mes de octubre se pone de moda la campaña contra Halloween, una costumbre que muchos institutos de inglés adoptan, sin explicar muy bien a los alumnos o a sus padres, sobre los orígenes de esta costumbre pagana.

Es válido aclarar que la mayoría de las celebraciones que después del Cristianismo pasaron a llamarse “paganas”, estaban originadas antiguamente en los ciclos de la naturaleza, en el respeto por cada uno de ellos.  Halloween parece ser, para los católicos, la celebración más nefasta, porque todos lo asocian con imágenes de brujas y calabazas tenebrosas.

Halloween se celebra el 31 de Octubre.  La palabra Halloween, deriva de “All Hallows’ Eve” (la víspera de todos los santos); ya que el 1º de Noviembre es el día de todos los santos en el calendario cristiano. La víspera de la misa de todos los santos (Hallowmass) fue reconocida como una festividad cristiana por el Papa en 1006.

Antes del cristianismo, era en realidad una festividad céltica llamada Samhain.  Los celtas no eran los únicos que tenían esta celebración,  estaba incluida también en el calendario egipcio y en el azteca.  Incluso la costumbre de “dulce o prenda” (trick or treat) que los niños realizan frente a cada puerta, no era exclusiva de los celtas (que ahora todos asocian con ingleses (británicos)  o norteamericanos).   En la víspera del último miércoles del año Persa,  conocido como la víspera del miércoles rojo, los iranís modernos, todavía saltan sobre fogatas, corren por las calles golpeando cacerolas y llaman a las puertas pidiendo dulces.

Volviendo a los celtas, Samhain, significaba el final del verano (para el hemisferio norte) y coincidía con el comienzo del año Celta.  El cambio de un año a otro, era un momento mágico y los celtas creían que esa noche los muertos podían regresar y comunicarse con los vivos.  Es por eso que se encendían grandes fogatas donde había un lugar especial para la Gran Madre, la anciana de la tribu.  Los espíritus de los muertos podían aparecer en el humo de la fogata y también el alma de los niños por nacer.  Las lámparas y las máscaras eran usadas para ahuyentar a los espíritus malignos.  La comida que se reunía luego de visitar cada casa (los dulces o golosinas), eran llevados fuera del pueblo para distraer a los fantasmas o malos espíritus.

Cuando el cristianismo se hizo fuerte, la Iglesia reemplazó el festival de Samhain por el día de todos los muertos.
Básicamente la celebración de Halloween en sus orígenes, tuvo que ver con el inicio de un nuevo año y la llegada del invierno en el hemisferio norte.  Se pensaba que con todo el ruido, las máscaras, las luces, las fogatas, se podían ahuyentar a los malos espíritus para que el invierno no fuera tan crudo y tanto la gente, los animales como la tierra fértil pudieran sobrevivir y llegar sanos a la primavera.

Hay muchas cosas que celebramos y que están fuera de nuestro calendario.  Hay muchas costumbres que adoptamos de otros pueblos, debido a la globalización y debido a la colonización (no la actual, sino la de hace cientos de años).  Muchos pueblos, como Latinoamérica, como nuestro país (Argentina) poco o nada saben de sus ancestros, de sus costumbres.  Pocos saben cómo es la celebración para la Pacha mama en el norte y menos aún, difunden o practican esa costumbre.  



Cada pueblo, y cada cultura merecen respeto.  Si un niño que estudia inglés, celebra Halloween debería saber sobre su origen y su significado, pero no debería ser tratado como hereje.

Y si adoptar costumbres extranjeras es aceptar la colonización, entonces deberíamos dejar de usar palabras como: mail, fax, facebook, top, marketing, sándwich, football, corner, offside, referee, DVD, CD y tantas otras.  Deberíamos dejar de usar un árbol de navidad, deberíamos dejar de poner una rueda de bienvenida en la puerta, deberíamos dejar de comer turrón, praliné y otras comidas invernales para Navidad.  Deberíamos evitar que nuestros niños bailen: flamenco, rap, reggaetón, rock, vals, hip hop y otras danzas no autóctonas.  Deberíamos dejar de usar redes sociales y correo, porque hasta donde yo sé, Hotmail, Gmail, Yahoo, Facebook, Twitter, Google y otros tantos, no son más que redes generadas desde las grandes potencias económicas; redes que pocos sabemos hasta dónde son o no son privadas.

Si estamos “en contra” de la colonización, deberíamos incluir en la currícula de cada escuela, un idioma aborigen a elección,  cultura de los pueblos originarios, bailes y celebraciones anteriores a la época de la colonización española.  Entonces sí, podemos comenzar a hablar de defender lo que somos.

Mientras tanto, dejemos de estar en contra de algunas cosas y a favor de las que nos conviene. Porque en el fondo, cada quien tiene derecho de bailar lo que le gusta, cantar lo que siente, mostrar lo que es, adoptar lo que le hace bien, difundir lo que lleva en la sangre.

Si ocupáramos más tiempo para saber de los otros, para conocer y entender al que piensa diferente, si dejáramos de malgastar la energía en campañas “en contra” de, y simplemente nos dedicáramos a sembrar, éste sería otro mundo.


Susana Lorenzo
Soledad Lorena
A favor del respeto y la cultura25 de octubre de 2012

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